La madrugada del
19 de Noviembre del año 2010, el Señor me despertó y me llamó a orar. Fui
apoyándome en la obediencia para poder despejarme del sueño que me incitaba a
quedarme en la cama. Vivo en Ushuaia, Tierra del Fuego, y como todos sabrán acá
siempre hace frío y salir de la cama cuesta mucho, más cuando se está arropada
y calentita entre las frazadas. Pero cuando el Rey llama es porque algo
importante pasa ¿no lo creen? Y fui a su encuentro con este cuestionario ¿Por
qué me buscaste Señor? ¿Qué deseas de mí, aquí estoy?
Palabras de
Dios: ¿Quieres saber el motivo?
Tiene que ver con tu
necesidad de conocerme en la intimidad. Yo estoy aquí para decirte y contarte
mis más puros secretos, cosas hermosas que forman parte de tus dudas. ¿Quieres saber porqué actúo así
levantando a mis hijos a orar? Porque hay momentos en los planos naturales que
debemos estar a la brecha, donde si se pasa ese instante se pasa de largo una
puerta que solo se abre un momento y, quien está a la brecha puede pasar por
ella, quién descubre ese umbral descubre un camino que acorta el tiempo para
que se cumpla la palabra dada. Son caminos espirituales que hacen más cortas
las distancias. Cuando esas puertas se abren, sólo los que están alerta pueden
pasar. Es lo mismo que las vírgenes con las lámparas llenas de aceite. Las
previsoras, las que estaban alertas, pudieron ir al encuentro del esposo, del
novio, y tener ese momento de intimidad como el que estamos pasando.
Esa es la respuesta. Yo
busco permanentemente respuestas de amor de mis hijos, sólo deseo que me amen y
me busquen, esa es mi corona, el amor de mis hijos, cada uno de mis hijos tiene
asignado en su vida un pedazo de Mi Ser, de Mi Amor, es un gran rompecabezas
que a medida que voy encontrando las piezas, voy armando el cuerpo de Mi Iglesia,
o sea el Cuerpo de Cristo, de Mi Hijo que fue entregado y partido y que voy a
volver a construir con la entrega de cada uno de mis hijos. Él entregó su
cuerpo por cada uno de ustedes, y en cada uno de ustedes hay una parte de Él,
que volverá a unirse al gran Cuerpo que es Mi Iglesia. Cada uno es una pieza
del puzle y, cuando cada pieza esté en el lugar que le corresponde, será el día
que el novio venga a buscar a su esposa la Santa Iglesia.
Cuando un hijo mío se
entrega a Mí en cuerpo y alma, vuelve a reinjertarse al Cuerpo de donde salió.
Jesús, Mí Hijo, es la manifestación de ese Cuerpo. Él es todo, y por eso Él se
despojó de sí mismo por cada uno de los míos. ¿Puedes entender lo que es Mi Iglesia?
Jesús, Mi Hijo, Mi
Nuevo Adán, de su costilla saqué a su Esposa, la Iglesia, y en Ella toda Mi Descendencia,
Ella se multiplicará y sojuzgará la tierra. “El regreso al paraíso”, un Esposo,
una Esposa y un Gobierno conforme a Mi Idea de la creación. El reino restaurado
cuando el Esposo regrese, es por ello que la iglesia será tentada, atacada,
como lo hizo con Eva, pero ya está declarado: “Las puertas del hades no
prevalecerán contra Mi Iglesia”. Otras imitaciones de Mi Iglesia caerán, pero
la Mía prevalecerá porque está cubierta por la Sangre del Esposo, Él no se dejó
engañar, Él venció en la cruz del calvario y cubrió a su esposa con su sangre.
Él venció.
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