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jueves, 25 de abril de 2013

Cuan grande es Dios


   Que Dios es grande y poderoso todo lo sabemos, pero de oídas, como dice su palabra, otra cosa es conocer de su magnitud y su poder. El primer día de marzo del año 2011, fui a buscar de mi Papá Celestial para hablar con Él, y mientras estaba en el cuarto de oración, buscando de su presencia, empezó a sonar el teléfono celular, entonces sin siquiera terminar mi oración salí para atender la llamada. Cuando regresé a la habitación y busque restaurar el contacto, las palabras del Padre llegaron a mis oídos como un trueno: “Estoy escuchando lo que me dices, y me molesta que cada vez que quiero hablarte, sales a atender el teléfono, ¿sabes?, nada puede ser más importante que mi comunicación contigo. Apaga los celulares cuando vengas a mi encuentro, no puede ser cualquiera más importante que Yo. Soy el Dios Altísimo, ¿entiendes?, si estuvieras ante una autoridad terrenal ¿atenderías el teléfono?, ¿crees que cualquier autoridad del mundo es superior a Mí?, ¿no te das cuenta que me humilla?, debes saber quién Soy. Soy tu Dios, reconóceme, mira, debes tomar conciencia de con quién estás.
   Después de recibir esta palabra, caí de rodillas y le pedí perdón a Dios por esa falta de respeto, esta inconsciencia de no poder distinguir ante quién estaba, y la escasa credulidad, y confianza, de saber que cuando uno va en busca del Señor, Él escucha tu oración, Él se toma su tiempo para oír a sus hijos, jamás tienes que pedir audiencia, porque es un Dios omnipresente, omnisciente, que mira y conoce tus pensamientos y sabe con qué corazón vas a su presencia. Ir a la presencia de Dios, con la confianza que un hijo tiene con su padre es hermoso, pero cuando se abusa de ésta, y se toman las cosas de Dios a la ligera, caemos en la irreverencia, y generalmente no se respeta lo que se desconoce.
    En muchas ocasiones por mi profesión me ha correspondido hacer de anfitrión en los actos de los colegios donde trabajaba, y en más de una oportunidad autoridades de alto rango no fueron ubicados en los lugares que les correspondía porque  quienes debíamos hacer el trabajo no conocíamos al funcionario.
     El llamado de atención que el Señor me hizo, fue como quitar una venda de los ojos, para tener la certeza que Dios es mi Papá, pero por sobre todo que Dios, es el soberano, el supremos, el altísimo, el creador de los cielos y la tierra, el Rey de Reyes y Señor de Señores.
    Demos saber, Cuan grande es Dios.  
 

lunes, 22 de abril de 2013

Los tiempos de Dios


El día 4 de abril del 2012, en un momento de comunión con Dios me dijo: “… Mi generación nunca será raída de la faz de la tierra, es intención de Satanás terminar con mi generación pero eso nunca sucederá. Yo soy quien determina dónde voy a generar nuevos lugares para que mi palabra riegue la semilla que está en el corazón de toda mi generación, y brote en el momento correcto, justo, ni un segundo antes, ni uno después, Yo busco a los míos en el momento que deben llegar a mi presencia. Satanás hace creer a los hombres que ellos llevan a mis hijos a mi presencia, necios Yo Soy el que da vida y el que la quita,-física y espiritual-. “Nadie llega al padre sino es por mí”. Está claro eso quiere decir que Yo, Jesús, decide cuando una persona llega al padre.
Fue en esta ocasión cuando comprendí que el hombre sólo puede doblar las rodillas intercediendo por alguien para que tenga un encuentro con Dios, pero llegará en el momento en que Jesús lo determine.
El continuó diciendo, “Yo Soy el camino la verdad y la vida. Soy el camino porque por Mí deben transitar para llegar al Padre. Soy la verdad, porque cuando me aceptan, el Espíritu Santo les revela la máxima verdad “Que Dios Existe”. Soy la vida, porque entregué mi vida, para luego tomarla y poder así darles vida eterna a los que por Mí creen en el Padre.
Luego de estas palabras, he aprendido a confiar en Dios, y a esperar el tiempo que Él, predisponga  para que mis seres queridos lleguen a su presencia, Dios es el dador de la vida, y estoy segura que los llevará de muerte a vida cuando lo disponga. Dios nunca llega tarde.

martes, 16 de abril de 2013

Dios no es una religión


Nací en el seno de una familia católica apostólica y romana, creíamos en Dios, pero como no lo podíamos ver, desconocíamos la biblia y no teníamos revelación del Espíritu Santo, nos arrodillábamos ante las imágenes creyendo que era lo mismo, la virgen María era más importante que su hijo Jesús que fue quien murió en la cruz por nuestros pecados.
 Hice la comunión cuando tenía 9 años, y a los 11 me confirmé, pertenecí al movimiento familiar cristiano, iba retiros espirituales, participaba de la misa dominical, donde el sacerdote nos leía y explicaba la palabra, la cual entendía con la mente pero jamás pasó de allí, se quedó como un conocimiento más que se acumuló entre otros tantos en mi subconsciente.
              Fue en el verano del 2004, a los 44 años de edad, en medio de la más profunda crisis y, con la guía en la oración de fe de un pastor evangélico que tuve un encuentro personal con Dios. Yo lo busqué como quien busca una luz en el fondo de un túnel, y el salió a recibirme, me vistió de ropa fina, hizo fiesta en los cielos y puso alianza en mi dedo sellando como el esposo con su amada amor eterno, tal como lo hizo en la parábola del hijo pródigo. Desde ese día 11 de febrero del 2004, la avidez por saber más de Él me llevó a leer la biblia, y por el Espíritu Santo pude tener revelación de la palabra de Dios. Esto hizo que fuera imposible continuar dentro del sistema religioso del catolicismo, porque para ello tendría que haber negado la biblia, la revelación del Espíritu de la palabra de Dios, y la salvación por gracia de  Jesús, y no por las buenas obras de mi humanidad.
     En muchas ocasiones me han preguntado por qué no soy más católica y mi repuestas es la misma descubrí:
·         QUE DIOS, ES MI PAPÁ.
·         QUE ES MÁS GRANDE QUE UNA RELIGIÓN.
·          QUE ME AMA, ME JUSTIFICA, ME CUIDA, ME ESCUCHA Y HABLA CONMIGO A CADA MOMENTO.
·         QUE NO NECESITO DE UN SACERDOTE PARA QUE ME PERDONE.
·         QUE JESÚS EN LA CRUZ DEL CALVARIO RAJÓ EL VELO DEL TEMPLO EN SÍMBOLO DE QUE A TRAVÉS DE ÉL TENÍAMOS ABIERTA LA PUERTA AL PADRE.
·         QUE LA VIRGEN MARÍA NO ERA LA MADRE DE DIOS-COMO SE REPITE EN EL ROSARIO-, SINO UNA MUJER QUE NO DUDÓ EN ACEPTAR EL PEDIDO DE DIOS Y FUE LA MADRE DE  JESÚS, EL HIJO DE DIOS. YA QUE DIOS NO TIENE MADRE ES DIOS.
·         QUE EL PURGATORIO NO EXISTE, FUE UN INVENTO DE LA IGLESIA PARA COBRAR LAS INDULGENCIA. SÓLO ESTÁ EL CIELO Y EL INFIERNO.
·         QUE ÚNICAMENTE SE PUEDE LLEGAR AL PADRE A TRAVÉS DE JESÚS DE CAZARTE, Y ESTÁ CLARO EN LA PALABRA: “NADIE LLEGA AL PADRE SINO ES POR MÍ”.
·         QUE NO HAY CATEGORÍAS DE PECADOS, EL PECADO ES PECADO Y, SEA CUAL SEA ME ALEJA DE DIOS.
·         QUE LA POBREZA ES UNA MALDICIÓN Y COMO TAL NO VIENE DE DIOS, Y NO DEBEMOS HACER VOTOS DE POBREZA.
·         QUE DIOS CREÓ LA MUJER PARA QUE EL HOMBRE NO ESTÉ SÓLO, POR ENDE NO IMPUSO EL CELIBATO.
·         QUE EN LA IGLESIA CATÓLICA NUNCA ME ENSEÑARON QUE  EL PRIMER MANDAMIENTO QUE DIOS LE DA A MOISÉS EN ÉXODO Nº 20 ES:
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.

  •                      QUE LA IGLESIA CATÓLICA AL NEGAR ESTE MANDAMIENTO U OCULTARLO DE LOS FELIGRESES, HIZO QUE MUCHOS IDOLATRÁRAMOS IMÁGENES HECHAS POR MANOS DE HOMBRE, Y HUMILLAMOS  A NUESTRO PADRE, LO CUAL IMPIDIÓ QUE RECIBIERA DE SUS BENDICIONES.


        Después de hacer esta enumeración, y leerla caí en cuenta que son las misma causas que llevaron a Martín Lutero, John Knox, y muchos hombres de Dios a separarse de la iglesia católica y luchar por ser iglesia separada del catolicismo. 
 
   

viernes, 12 de abril de 2013

Los hijos son un legado por la eternidad


   Hace unos días mientras leía un libro sobre la importancia de ser padres, el Espíritu Santo trajo a mi memoria el invierno de 1995, fue uno de los más crudos que he vivido en esta ciudad de Ushuaia. La nieve cayó por días sobre los techos, los árboles y las calles. Se perdieron los colores y todo era blanco. En ese tiempo mi hija Daniela tenía dos años, y para sacarla del encierro que nos obligaba el clima, nos abrigábamos y salíamos a jugar con la nieve en el trineo, haciendo muñecos, o grandes bolas blancas que empezaban como una pequeña pelota de nieve que las hacíamos rodar y la empujábamos hasta que se hacía una enorme masa helada que superaba nuestras fuerzas, entonces la dejábamos allí, estacionada y, continuábamos con otra mientras nos reíamos y disfrutábamos del bautismo de pureza con que nuestro Señor cubría la ciudad.
    Este recuerdo lo tengo grabado no sólo en la cámara filmadora, sino también en mi memoria como uno de los momentos más lindos que compartí con mi hija cuando era pequeña, espero que en su cabecita de dos añitos también haya quedado guardado.
    Pero lo importante de este recuerdo fue la voz de mi Padre Celestial que me dijo: ser padre es similar a lo que tú hacías con Daniela cuando jugaban a hacer rodar bolas de nieve, empezaban formando pequeñas bolas y las dos juntas las empujaban. Así es la paternidad una masa amorfa de amor, que con los giros de la vida se va enriqueciendo, agrandando, a los empujones, hasta el punto que ya no pueden continuar más. La paternidad se hace en conjunto con el hijo, hasta que llega el momento en que debes dejarlo para que empiece una nueva etapa, una nueva bola de nieve con sus propios hijos, y así seguirá por generación en generación. Pero tu esfuerzo, la inercia de  tu empujón, seguirá influenciando en tu descendencia.
   Después de estas palabras entendí, que criar un hijo es formar una nación, es dejar un legado por la eternidad, porque de ellos nacerán otros, y otros, hasta el fin de los tiempos y, todos llevarán tu impronta para bien o para mal, según lo que hayamos sembrado en su corazón.  
    “Por sus frutos los conoceréis”, dice la palabra de Dios. Si sembramos buena semilla, ten por seguro que levantaremos buena cosecha, pero si sembramos mal, o el enemigo mezcló la semilla de trigo con cizaña, como en la parábola, el único hortelano capaz de arrancar las malas hierbas, las raíces de amargura, se llama Jesús de Nazaret, y está siempre atento para arrancar, labrar, replantar y cultivar el buen grano.
    Después de tres hijos y, de cuestionarme si  soy una buena madre, he aprendido a confiar en Dios, porque si creo que los hijos me los dio Él, será porque soy la persona que necesita para forjar el carácter que desea que ellos tengan, nunca Dios hará algo condenado al fracaso.
     Frank Pittman dice: “LOS QUE TEMEN LLEGAR A SER PADRES, NO ENTIENDEN QUE NO ES ALGO QUE SÓLO PUEDEN HACER LAS PERSONAS PERFECTAS, SINO QUE ES ALGO QUE PERFECCIONA A LAS PERSONAS. EL PRODUCTO FINAL DE CRIAR UN HIJO, NO ES EL HIJO, SINO SUS PADRES.”

miércoles, 10 de abril de 2013

En Cristo estamos justificados


Aún recuerdo cuando iba a catequesis y los maestros que nos preparaban para la comunión, nos hacían una jerarquización de los pecados, y los dividían en veniales, mortales, etc. Cuando tuve un encuentro personal con Jesús busqué esas divisiones en la biblia, y nunca las encontré. A pesar de haber pasado mucho tiempo, hoy pude entender que esos principios, argumentos, todavía seguían prendidos como abrojos a las viejas vestiduras de la antigua mujer. Pero Dios es fiel, y da luz aún en los lugares más recónditos de nuestra alma, y trae revelación a través de su Espíritu para quitar la ignorancia de sus hijos, fue así como a través del evangelio de Juan cap. 8 del 3-11   Dios en su infinita misericordia quitó las vendas que tenía en mis ojos espirituales desde los 7 años. Él nunca llega tarde.
—Maestro, encontramos a esta mujer cometiendo pecado de adulterio. En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas. ¿Tú qué opinas?
Ellos le hicieron esa pregunta para ponerle una trampa. Si él respondía mal, podrían acusarlo. Pero Jesús se inclinó y empezó a escribir en el suelo con su dedo. Sin embargo, como no dejaban de hacerle preguntas, Jesús se levantó y les dijo:
—Si alguno de ustedes nunca ha pecado, tire la primera piedra.
Luego, volvió a inclinarse y siguió escribiendo en el suelo. Al escuchar a Jesús, todos empezaron a irse, comenzando por los más viejos, hasta que Jesús se quedó solo con la mujer. 10 Entonces Jesús se puso de pie y le dijo:
—Mujer, los que te trajeron se han ido. ¡Nadie te ha condenado!
11 Ella le respondió:
—Así es, Señor. Nadie me ha condenado.
Jesús le dijo:
—Tampoco yo te condeno. Puedes irte, pero no vuelvas a pecar.
Siempre pensé, que el adulterio, la fornicación, la lascivia, eran pecados que merecían mi más cruel repudio, sin embargo Dios me reveló a través de esta palabra que Jesús igualó el pecado de esta mujer adúltera a cualquiera de los pecados que tenían los que la acusaban, por eso les dijo:   —Si alguno de ustedes nunca ha pecado, tire la primera piedra
Cuántas veces hemos hecho lo mismo que los perseguidores de la mujer adúltera, es fácil ver la paja en el ojo ajeno… ¿y la ira?, ¿y la avaricia?, ¿y la pereza?, ¿y la envidia?, ¿y la codicia?, ¿y la idolatría al trabajo o al dinero?, ¿y la soberbia?... ¿no son pecados?
El pecado es errar al blanco, sea por un centímetro o por un metro.
Jesús equiparó al pecado de cualquiera de los que estaban allí, al adulterio, y como Él estaba en el medio entre la mujer y la multitud, fue el parámetro de santidad  que  aquellas personas encontraron para tener constricción de pecado.  Jesús fue en ese momento el parámetro de misericordia, de justicia, fue a través de Él que los acusadores se quedaron sin fundamentos, sin argumentos. Hoy a más de dos mil año de distancia de ese hecho, sigue siendo Jesús quien nos justifica ante el padre Celestial por nuestros pecados, el cordero inmolado por nuestras culpas.
 Gracias amado Jesús, sólo Tú puedes tratar con nuestros pecados, sólo Tú has vencido en la cruz del calvario, tomamos tu victoria sobre nuestras vidas y la de nuestros seres queridos.

lunes, 8 de abril de 2013

No hay forma de crecer sin creer


Estas dos palabras tienen las mismas letras, son casi gemelas, si se leen contiguas una de la otra, resultan cacofónicas, sin embargo para Dios una es origen de la otra.
La palabra de Dios dice que sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerque a Dios debe creer que el existe y que recompensa a quienes lo buscan.
¿Cómo podríamos creer que Dios existe sin fe?
La fe es una sustancia implantada en el corazón del hombre, que lo empuja a seguir viviendo, a continuar luchando, a buscar la salida cuando se siente cercado por las circunstancias, como la pobreza, la enfermedad, la fe es una característica exclusiva del hombre heredada de nuestro creador, ningún otro ser viviente tiene fe, sólo el hombre, porque fue hecho a imagen y semejanza de Jesús, el Cristo. Jesús no se hizo hombre para ser igual a nosotros, sino que Dios Padre nos hizo semejante a Él para poder depositar en nosotros fe, y así por su intermedio reconciliarnos con nuestro Padre.
La fe nos lleva a creer y creer nos hace crecer en todos los ámbitos, tanto en el natural como en el espiritual. Es por ello que el enemigo, -(Satanás)- nos hace dudar, no sólo de Dios, sino también de nosotros mismos, generando sentimientos de inferioridad, de frustración, que detienen el desarrollo de los seres humanos transformándolos en pigmeos espirituales temerosos de cualquier desafío. La duda es el antídoto de la fe. La fe es la semilla para creer, y el creer el abono indispensable para crecer.
Dios ha creído en nosotros, por eso mandó a su hijo a la cruz para rescatarnos, Él nos ama, y quiere vernos desarrollados en todo nuestro ser, por eso nos enseña en su palabra que para el que cree en ÉL todo le es posible.

miércoles, 3 de abril de 2013

Todo se trata de Dios


Qué maravillosos es compartir con nuestros hermanos en Cristo de su amor!
En estos días de descanso hablábamos con mi amiga Silvia, de las maravillas de nuestro Dios, y entre tantas cosas que charlamos, ella me daba una palabra que el Espíritu le reveló en su mente y selló su alma como únicamente Él lo puede hacer:” TODO SE TRATA DE DIOS”. Como verán es una frase simple de cinco palabras, pero que como toda palabra que sale del Padre es una espada de doble filo que separa  y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón,-(Hebreos 4:12-13)- . En este mismo orden de pensamiento, el Espíritu me recordó el Salmo nº 139:1-18, donde Dios le revelaba a David el mismo mensaje, por ello quiero alcanzártelo a vos, viene de la panadería celestial y es como pan caliente para el alma, espero los disfrutes tanto como Silvia y yo.

Dios mío,
tú me conoces muy bien;
¡sabes todo acerca de mí!
Sabes cuándo me siento
y cuándo me levanto;
¡aunque esté lejos de ti,
me lees los pensamientos!
Sabes lo que hago
y lo que no hago;
¡no hay nada que no sepas!
Todavía no he dicho nada,
y tú ya sabes qué diré.
Me tienes rodeado por completo;
¡estoy bajo tu control!
¡Yo no alcanzo a comprender
tu admirable conocimiento!
¡Queda fuera de mi alcance!
¡Jamás podría yo
alejarme de tu espíritu,
o pretender huir de ti!
Si pudiera yo subir al cielo,
allí te encontraría;
si bajara a lo profundo de la tierra,
también allí te encontraría.
9-10 Si volara yo hacia el este,
tu mano derecha me guiaría;
si me quedara a vivir en el oeste,
también allí me darías tu ayuda.
11 Si yo quisiera
que fuera ya de noche
para esconderme en la oscuridad,
¡de nada serviría!
12 ¡Para ti no hay diferencia
entre la oscuridad y la luz!
¡Para ti, hasta la noche
brilla como la luz del sol!
13 Dios mío,
tú fuiste quien me formó
en el vientre de mi madre.
Tú fuiste quien formó
cada parte de mi cuerpo.
14 Soy una creación maravillosa,
y por eso te doy gracias.
Todo lo que haces es maravilloso,
¡de eso estoy bien seguro!
15-16 Tú viste cuando mi cuerpo
fue cobrando forma
en las profundidades de la tierra;
¡aún no había vivido un solo día,
cuando tú ya habías decidido
cuánto tiempo viviría!
¡Lo habías anotado en tu libro!
17-18 Dios mío,
¡qué difícil me resulta
entender tus pensamientos!
¡Pero más difícil todavía
me sería tratar de contarlos!
¡Serían más que la arena del mar!
¡Y aun si pudiera contarlos,
me dormiría, y al despertar,
todavía estarías conmigo!