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martes, 7 de enero de 2014

Aunque no lo veamos Dios siempre está




La palabra de Dios, dice en Éxodo 33: 19: 
Y el SEÑOR respondió: "Yo haré pasar toda Mi bondad delante de ti, y proclamaré el nombre del SEÑOR delante de ti. Tendré misericordia del que tendré misericordia, y tendré compasión de quien tendré compasión."20 Y añadió: "No puedes ver Mi rostro; porque nadie Me puede ver, y vivir." 21 Entonces el SEÑOR dijo: "Hay un lugar junto a Mí, y tú estarás sobre la peña; 22 y sucederá que al pasar Mi gloria, te pondré en una hendidura de la peña y te cubriré con Mi mano hasta que Yo haya pasado. 23 "Después apartaré Mi mano y verás Mis espaldas; pero Mi rostro no se verá."


¡Que hermosa palabra le dio Dios a Moisés!
¿Cuántas veces hemos buscado que Dios se manifieste de una manera palpable en nuestras vidas?
¿Cuántas veces hemos dicho sino lo veo no lo creo?
¿Cuántas veces ofendemos a Dios, exigiéndole con nuestra mentes limitadas que Él se manifieste en forma concreta para entonces poder creer?
Yo, lo he hecho muchas veces, y en mi ignorancia he puesto a prueba en tantas oportunidades a Dios, olvidándome quién es DIOS, la grandeza, la inmensidad de su poder de su majestad, y ÉL en su amor me ha perdonado, y me ha permitido poder crecer en fe para poder verlo en el espíritu, pero también me ha permitido ver como a Moisés sus espaldas en varias oportunidades y decir esto pasó porque Dios estuvo aquí. 
Hace apenas unos días un amigo y su hijo viajaban de vacaciones y en el camino tuvieron un accidente, dieron cinco tumbos y hasta cruzaron un alambrado que estaba cerca del camino, el auto quedó destruido,- nos comentaron quienes lo vieron-, sobre todo del lado del acompañante, el seguro, le reconoció la destrucción de un 80%, sin embargo los daños físicos que tuvieron fueron mínimos, una fractura de brazo, en el padre y hematomas y rasguños en el chico. Si hacemos un análisis racional de lo que pasó debemos concluir que un 80% de destrucción debería haber afectado como mínimo un 80% de sus vidas, pues ellos iban dentro del vehículo. Por eso cuando me contaron el accidente y las consecuencias pude ver las espaldas del Señor, les aseguro que ÉL ESTUVO allí. 

Amigos, aunque nuestros ojos naturales no lo puedan ver, si miramos para atrás en nuestras vidas nos daremos cuenta cuantas veces Dios estuvo acompañándonos. Como verás vos también, al igual que Moisés, podrás ver las espaldas de nuestro Dios, sólo debes echar una mirada a tu vida y te darás cuenta cuantas veces estuviste tan cerca de ÉL sin estar todavía en el cielo. Recuerda ÉL SABES QUE TODAVÍA NO PUEDES SUBIR, POR ESO EN SU AMOR EL BAJA CUANDO TÚ LO NECESITAS, PORQUE TE AMA TAL Y COMO SOS, CON TUS MAÑAS, TUS AGACHADAS, FALTA DE FE, INCREDULIDAD, TUS ERRORES, POR ESO MANDÓ A SU HIJO A BUSCARTE Y LO PUSO EN UNA CRUZ Y LO DEJÓ MORIR, PARA QUE VIVIERAS, PARA QUE TU HIJO SE SALVARA EN EL ACCIDENTE, PARA QUE TENGAS TRABAJO, PARA QUE NADA TE FALTE, POR QUE QUIEN AMA NO JUZGA, SINO QUE TODO LO PERDONA. ACEPTA AL SEÑOR EN TU CORAZÓN, PORQUE TE ESTÁ BUSCANDO.   

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